La ortodoncia es un tratamiento asociado a la adolescencia. Pero en muchos casos es preferible comenzar el tratamiento durante la infancia. ¿Cómo garantizar un buen resultado en los niños?
Este tratamiento es uno de los más solicitados en odontología, ya que permite corregir problemas de espacio y alineación de la sonrisa como el apiñamiento dental. En el caso de los niños, con la ortodoncia solucionamos diferentes problemas:
- Pérdida prematura de dientes. El cambio de dentición se produce a partir de los cinco años, aunque depende de cada niño. En cualquier caso es fundamental completar este proceso de forma natural. De lo contrario el resto de piezas podrían moverse, además de otros problemas funcionales y de mordida.
- Dificultades funcionales. A veces el niño tiene dificultad para hablar, masticar y morder. Para preservar un buen desarrollo bucodental el odontólogo puede recomendar el uso de ortodoncia.
- Uso excesivo del biberón. El uso del chupete o chuparse el dedo pueden interferir en la posición de los dientes. De hecho, los dientes demasiado espaciados favorecen la acumulación de placa bacteriana. También los dientes sin espacio o apiñados requieren aparatos.
Claves en la ortodoncia durante la infancia
A los niños se les puede poner aparatos de dos tipos, específicamente diseñados para ellos:
- Aparatos fijos: No se pueden quitar y sólo son manipulables por el odontólogo. En la mayoría de casos para los niños se recomienda llevar los tradicionales brackets metálicos.
- Aparatos removibles: se trata de aparatos de quita y pon y se sujetan a los molares. Requieren una mayor atención ya que a veces los niños se olvidan de ser constantes y llevarlos. En general es necesario llevarlos un mínimo de 6 horas al día y durante toda la noche.
Para evitar complicaciones durante el tratamiento es esencial que los niños mantengan una rutina de higiene bucodental diaria. En este sentido es recomendable realizar la rutina de higiene en familia, para transmitir a los niños los diferentes hábitos de higiene oral. Conviene comenzar por el cepillado dental, y seguir con técnicas como el enjuague bucal diario que contenga flúor.
Después de la ortodoncia, es fundamental que los niños sigan la fase de retención. Esta fase posterior al tratamiento consiste en llevar los aparatos retenedores, que mantienen los resultados e impiden que los dientes vuelvan a su posición inicial. En la clínica Providence realizamos un estudio personalizado, para garantizar los mejores resultados con la sonrisa de cada niño.